En el Aeropuerto Internacional de Los Mochis, se registró un problema con un cargamento de 25 tamales que provocó un altercado entre personal de seguridad y una familia mochitense que intentaba transportar el alimento típico en un vuelo con destino a Monterrey.
Emanuel Rubio y su esposa Alicia Ramírez habían acompañado a su cuñada al aeropuerto para abordar un vuelo programado a las 9:50 a.m., sin imaginar que su despedida terminaría convertida en una denuncia pública contra la empresa de seguridad privada EULEN, encargada del resguardo en la terminal aérea.
“Mi cuñada llevaba 25 tamales en su maleta de mano, no eran documentados. Después de que abordó, nos habló angustiada, que los de seguridad le quitaron los tamales y que fuéramos por ellos”, relató.
Lo que parecía un trámite sencillo se convirtió, según el denunciante, en un acto de prepotencia por parte del personal de seguridad. Al regresar al aeropuerto para recuperar los tamales, la pareja fue recibida, según comentan, con hostilidad, evasivas y negativas para devolverles el alimento.
“Parecía que estábamos hablando con el FBI. Altaneros, prepotentes. No nos querían decir ni sus nombres, y el supervisor jamás apareció”, acusó.
La situación escaló al punto que incluso un contacto interno (un amigo suyo que trabaja en seguridad) le confesó extraoficialmente que los productos decomisados no se desechan, sino que se almacenan bajo resguardo del personal del aeropuerto, quienes presuntamente los consumen o se los quedan.
“El coraje no es por los tamales, es por el abuso. He olvidado maletas antes y me las han entregado. Esto fue abuso y hambre”, sentenció.
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