Estados Unidos y China anunciaron una tregua comercial de 90 días, con la suspensión temporal de la mayoría de los aranceles impuestos durante los últimos meses, acuerdo alcanzad tras dos días de negociaciones en Ginebra, donde representantes de ambas potencias económicas retomaron el diálogo bilateral.
Durante el periodo de tregua, funcionarios de ambos gobiernos continuarán las conversaciones con el objetivo de resolver las disputas comerciales pendientes.
Aunque se suspendieron varios gravámenes, algunos productos chinos seguirán sujetos a un arancel del 30 % en territorio estadounidense, debido a una sobretasa del 20 % impuesta antes de abril y que permanece vigente.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó el resultado como “un avance importante”.
Señaló que se trató de un “reseteo total” en las relaciones comerciales con China y anunció futuras conversaciones con su homólogo Xi Jinping.
Desde Ginebra, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, aseguró que la meta “es lograr un intercambio más equilibrado y reconoció el impacto de las barreras aduaneras en ambos mercados”.
El acuerdo contempla que Estados Unidos ajuste o elimine tres decretos que representaban hasta un 115 % en aranceles a productos chinos.
A su vez, China se comprometió a mantener solo un 10 % de los aranceles que impuso desde el 2 de abril y a retirar las medidas no arancelarias aplicadas en represalia a las acciones de Washington.
El Ministerio de Comercio de China calificó el resultado como “un paso en favor del interés común”.
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