Guerra interna del crimen organizado provoca la peor crisis económica en el estado desde la pandemia

En lo que va de 2025, Sinaloa ha perdido más de 10 mil empleos formales, la cifra más alta registrada en la entidad desde que existen datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Especialistas atribuyen este retroceso a la guerra interna del crimen organizado en Sinaloa, que ha desmantelado sectores económicos antes sostenidos por capitales provenientes del crimen organizado.

Colapso del mercado inmobiliario

Durante años, Culiacán vivió un auge inmobiliario impulsado por la compra de terrenos y viviendas con dinero ilícito. Hoy, esa bonanza se detuvo en seco.

De acuerdo con agentes del sector, las ventas de vivienda nueva se desplomaron hasta 80% en el último año.

“Era común que llegaran compradores con efectivo para pagar propiedades de dos o tres millones de pesos. Esa entrada de dinero representaba buena parte de nuestras ventas, pero prácticamente desapareció”, contó un asesor inmobiliario con más de una década de experiencia en el ramo.

El especialista reconoció que más de 200 propiedades que comercializó en años anteriores fueron adquiridas por personas vinculadas al narcotráfico. “Desde hace tres meses no he cerrado una venta de ese tipo. Ese dinero ya no circula”, aseguró.

Para Daniel Félix, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) en Sinaloa, Culiacán mantenía precios artificialmente altos debido al flujo de dinero ilícito.

“Esa economía ficticia infló el valor de la tierra y convirtió a Culiacán en una de las ciudades más caras del país. Con el corte del flujo de recursos, los precios y la construcción se desplomaron”, afirmó.

En años recientes se edificaban más de 3 mil viviendas anuales; actualmente, la cifra no supera las 800 unidades.

El dinero del ceimen organizado, destinado a la guerra

El investigador David Cisneros, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, explicó que los recursos del narcotráfico se han redirigido al financiamiento del conflicto interno.

“Es un enfrentamiento costoso. Gran parte de ese dinero ahora se destina a armas, vehículos y logística. Lo que queda es el consumo normal, sustentado en salarios reales, y con eso los negocios ya no son sostenibles”, detalló.

Caen ventas de autos de lujo y consumo de alto nivel

El sector automotriz también ha resentido la crisis. En algunas agencias de Culiacán y Mazatlán, la venta de vehículos de lujo cayó hasta 50%.

“Antes vendíamos más SUVs y pickups que autos compactos. Desde finales del año pasado la tendencia se revirtió. Sinaloa pasó del lugar 11 al 20 a nivel nacional en venta de automóviles”, explicó Gilberto Aispuro Fernández, director adjunto de Premier Automotriz.

Menos inversión y fuga de capitales

El primer semestre de 2025 confirmó la desaceleración: Sinaloa captó apenas 360 millones de dólares en inversión extranjera, 25.5% menos que en el mismo periodo de 2024.
Según Cisneros, la huida de prestanombres y empresarios ligados al lavado de dinero explica parte del descenso. “Muchos salieron del estado al notar que las autoridades comenzaron a golpear los flancos financieros de las facciones. Eran quienes mantenían viva gran parte de la economía”, señaló.

Una economía en retroceso

El analista David Mora, de International Crisis Group, advierte que el conflicto ha tenido efectos devastadores: “Una guerra no es barata. Los grupos reacomodan sus finanzas y reducen su gasto en consumo, lo que ha contraído la economía estatal”.

Un exoperador financiero del cártel, ahora empleado en un negocio local, lo resume con resignación:

“Uno pensaba que todo volvería a la normalidad, pero ya va un año de guerra y todo va para abajo. Tuve que buscar un trabajo común para poder salir adelante”.

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Redacción
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